En cuestión de días, los metros de Barcelona se llenarán de hombres con traje y corbata, perfumados y maleta en mano.
La ciudad acoge un año más el congreso internacional del móvil, el Mobile World Congress, que a pesar de los problemas logísticos de las últimas ediciones (huelgas de metros y taxis, colapsos, cambios en el ayuntamiento, que hicieron tambalear el proyecto) va a cumplir 11 años en la capital catalana. Y eso que entre los pretendientes existen ciudades como París.
El poder de convocatoria profesional y mediática de este macro evento, es un caramelito difícil de resistir si tenemos en cuenta que en la edición de 2016 se registraron más de 3.600 medios acreditados.
Solo el año pasado el impacto económico en la ciudad fue de alrededor de 460.000 millones de euros, además de generar 13.000 puestos de trabajo temporal durante la celebración del congreso.
Y seamos sinceros, a todos nos gusta, aunque sea por unos días, ser el ombligo del mundo. Ni siquiera el señor Zuckerberg puede resistirse a los encantos de la ciudad condal (todos recordamos sus ejercicios matutinos por el centro de Barcelona). Aunque este año nos lo han sustituido por Netflix y el creador de Pokémon GO (que por cierto ya ha pasado de moda).
Un festival tecnológico con las marcas líderes del mercado
Las principales empresas de telefonía móvil, tecnología y electrónica, con todo lo que conllevan (apps, accesorios, servicios, etc.) no se pueden permitir perderse semejante cita. Además, en su afán por destacar, convierten el recinto de Fira Barcelona en un magnífico espectáculo de luces, música y electrónica, una verdadera y maravillosa locura.
Recordamos grandes montajes como el de la coreana SK Telekom, que ofrecía una experiencia inmersiva a través de una cámara que simulaba un submarino. Y por supuesto el stand de Samsung y su teatro-atracción de realidad virtual.
La empresa surcoreana Samsung, a pesar de lanzar al mercado móviles que, literalmente, explotan, durante el último trimestre de 2016 facturó 7.254 millones de euros, ¡choca esos 5 junta directiva de Samsung!
Intalación de SK Telekom para el MWC 2016
Los que no podamos permitirnos el lujo de pagar una entrada (la más low cost ronda los 700€) podemos sin embargo aprovechar algunas de las actividades gratuitas que algunas marcas montan en distintos puntos de la ciudad.
El año pasado, Samsung montó una carpa en medio de Plaza Cataluña para promocionar el lanzamiento de sus gafas 3D, a cambio de un ratito de cola, podías ser uno de los primeros en vivir una aventura virtual a través de un teléfono móvil, ¡una gozada vaya!
Y ahora, ¿qué?
Pues ahora más tecnología y menos móviles. Paradójicamente, aunque el evento se llama Mobile World Congress, lo cierto es que los soportes móviles, aunque seguirán jugando un papel importante, cederán protagonismo a la realidad virtual y a la automatización.
Ya lo pudimos ver en enero en CES Las Vegas, la antesala de la mobile en cuanto a innovación tecnológica: inteligencia artificial, vehículos autónomos, y sobretodo gadgets para el hogar es lo que se lleva ahora.
Eso sí, para los nostálgicos que jugábamos al snake con nuestro primer móvil, buenas noticias: el Nokia 3310 vuelve al mercado.
Por ahora estaremos atentos a todas las novedades, disfrutaremos del desfile de ejecutivos y ejecutivas, cruzaremos los dedos para que el transporte público no se colapse y nos colmaremos de la atenciones que durante unos días, nos va a prestar el mundo.
El MWC seguirá en barcelona al menos hasta 2018, pero ya se ha presentado una solicitud de prórroga. La pregunta incómoda es: ¿hace falta un cambio de sede para evitar que el MWC se acabe desinflando?